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Mantener un peso corporal adecuado es importante para la
salud física y emocional. Los efectos positivos de un peso ideal están
estrechamente ligados a la prevención de numerosas
enfermedades,
sobre todo cardíacas. Además, constituye un importante factor de autoestima
saludable. Si buscas perder peso –especialmente si ya lo has intentando en
otras ocasiones sin demasiado éxito–, evita los siguientes errores y alcanzarás
los resultados esperados.
1. Pensar a corto plazo
Evita
pensar en adelgazar sólo para lucirte en ocasiones especiales o en la temporada
vacacional. No se trata de impactar en una fiesta o en la playa, sino de
sentirte bien contigo mismo durante todo el año y de permanecer saludable para
el resto de tu vida. Por eso, piensa a largo plazo: ¿cómo te gustaría verte
dentro de diez años? Este pensamiento te permitirá establecer objetivos
concretos y realizables. Otro ejercicio consiste en buscar motivos para
adelgazar. Por ejemplo, si actualmente tu sobrepeso te genera dificultades para
jugar con tus hijos, piensa en cómo cambiaría tu estilo de vida con unos kilos
menos.
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2. Realizar dietas pre-hechas
Desecha las dietas que se publicitan por todas
partes, como la “dieta de la Luna” o “la dieta del limón”. Además de ser
contraproducentes para la salud, no funcionan por diversos motivos. Evita
también realizar las dietas de otras personas: que a un amigo le haya
funcionado no significa que funcione contigo, pues cada metabolismo es
diferente y tiene necesidades especiales. Lo mejor es consultar
a un nutricionista, quien solicitará exámenes médicos, a fin de preparar un
plan de alimentación adecuado para tu metabolismo y estilo de vida. No lo
olvides: la mejor dieta es la que fue pensada sólo para ti.
3. Saltar comidas
Saltar las comidas es una mala decisión, principalmente
por dos razones. La primera es que, si pasas hambre, en cuanto no lo soportes
más comerás lo primero que tengas a mano. La segunda razón es tal vez menos
conocida: cuando dejas de recibir alimentos durante un período prolongado, tu
cuerpo activa el modo “supervivencia” tambien llamado "Estado de Alarma". Es decir, tu metabolismo asume que hay
escasez y activa su sistema de depósito de energía (combustible para
funcionar), haciendo lenta o nula la pérdida de peso. Por eso, lo mejor es
comer tres tiempos de comida en porciones adecuadas.
4. No destinar un tiempo exclusivo para comer
Hoy día es difícil realizar un alto para comer. La
mayoría de las personas suele hacerlo mientras mira televisión, termina un
trabajo o discute algún asunto. Pero se trata de malas costumbres que dificultan
controlar cuánto comemos y darnos cuenta de cuándo estamos realmente saciados.
Además, comer de manera rápida o con estrés promueve la aparición de úlceras,
la acidez y los problemas de digestión. Debes respetar los tiempos de las
comidas principales, ingerir los alimentos de manera pausada, en bocados
pequeños, masticar correctamente y lo mas importante a la hora indicada.
5. Eliminar completamente un tipo de alimento
El error más común consiste en abandonar por completo
algunos tipos de alimentos (harinas, grasas, azúcares) para bajar de peso más
rápidamente. Pero además de ser sólo una solución temporal, estas restricciones
acarrean efectos negativos en el organismo, ya que el cuerpo necesita una
combinación adecuada de proteínas, carbohidratos y grasas para funcionar
correctamente. Además, privarte de ciertas comidas de manera drástica suele
causar frustración, lo cual puede hacerte abandonar tu meta. Recuerda siempre que no se
trata sólo de verte bien, sino de estar saludable. No es tanto lo que comes sino la cantidad de lo que comes.
6. No realizar actividad física
No
hacer actividad física por falta de tiempo o
predisposición es otro error frecuente a la hora de intentar bajar de
peso. El
cuerpo debe eliminar los depósitos de grasa extra y fortalecer los
músculos,
por lo que requiere que realices una actividad ligera o moderada, por lo
menos
tres veces a la semana. Además de acelerar el metabolismo y ayudarte a
alcanzar
tu objetivo, con la actividad física se libera la “hormona de la
felicidad” y
se fortalecen los músculos y los huesos. Sí puedes asiste aun gimnasio
pero no es indispensable, realiza una caminata diaria en tu
barrio de 15 a 30 minutos.
7. Realizar comidas “premio”
Los seres humanos somos expertos en idear excusas o
negociar a la hora de ceder ante una tentación. La mentira de “será sólo
por esta vez” o “me lo merezco por haber ejercitado” o "No es de todos los días"es la antesala del fracaso
de la meta y el inicio de la culpa posterior. Si te cuesta mucho negarte estos
premios, reemplázalos por versiones con menos calorías, como un helado de
yogurt dietético, sólo los fines de semana. Durante la semana, ten siempre a
mano una fruta de preferencia pera o manzana de casacara verde y ejercita tu fuerza de voluntad.
8. No tomar agua
No consumir agua o reemplazarla por opciones saborizadas,
bebidas dietéticas o té envasado es un error común. Aunque no tenga un sabor
determinado, el agua es el líquido esencial y primario de nuestro organismo,
por lo que debemos consumirlo diariamente. Se recomienda ingerir, como mínimo,
dos litros y medio de agua por día. Puedes optar por el agua con gas y
complementarla con jugos, pero nunca elimines por completo la ingesta de este
líquido vital. La hidratación del cuerpo es un asunto que debe ser tomado muy
en serio. "un vaso en cada hora"
9. Aprovechar fiestas y fines de semana
Es imposible no acudir a fiestas y reuniones, sobre todo
los fines de semana. En esos casos, no permitas que tu esfuerzo de la semana se
esfume ante un plato o una copa de más. Planifica qué comerás y beberás y, si
es posible, come algo en casa antes de salir, a fin de saciarte a medias de
antemano. Recuerda que las bebidas alcohólicas contienen calorías vacías, es
decir que no aportan ningún valor nutricional. Por eso, limita su consumo a
sólo una o dos copas.
10. Rendirse y abandonar
Dado que el organismo está acostumbrado a una cantidad y
una calidad determinadas de alimentos, durante las primeras semanas te
resultará difícil mantener una nueva rutina de alimentación. Además de ello, a
tu cuerpo le tomará tiempo adaptarse al cambio e iniciar la pérdida de peso. Es
probable que tu balanza siga indicando el mismo peso o, incluso, que registre
un ligero aumento, sobre todo si ejercitas con pesas. Si te tomó tiempo ganar
peso, también te tomará tiempo perderlo. Pero mantente firme durante este
período de adaptación; recuerda pensar en esto como un estilo de vida diferente
para los siguientes años.
Enio Gaytan
Asesor en nutrición
43515805
egaytan.seo@gmail.com
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